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Mostrar nuestros sentimientos es mostrarnos a nosotros mismos -no importa cuáles sean estos-, el trabajo consigo mismo requiere fortaleza y una voluntad férrea de querer ver realmente quiénes somos.
Un cuestionario no es una receta, y no es suficiente; sin embargo, nos sirve como un punto de referencia de lo que debemos cuestionarnos acerca de nosotros mismos.
Saber cómo pensamos con respecto a nosotros es un buen punto de partida, más no basta, es menester tener consciencia de cómo nos experimentamos.
Puntos de reflexión:
1º ¿Cuáles son mis sentimientos con respecto a mí?
2º ¿Cuál es el sentimiento que constantemente me embarga?
3º ¿Hasta qué punto me permito expresar mis emociones?
4º ¿Qué podría mencionar de mí con respecto a alguna dicotomía emocional, por ejemplo amor-odio?
5º Miedo, incertidumbre, soledad, odio, sentimiento de abandono, intolerancia,... estas tienen algo que ver conmigo.
Desnúdate y ábrete con la espada de la voluntad, para conocer tus más profundas emociones, pero debes de saber que no sólo basta con la voluntad, tendrás que arriesgarte y destruir tus estructuras petrificadas -que te encierran y hacen de ti un ser inerte; sin el sentir no tendrás una visión de tu realidad más profunda.
Fuentes
Imagen 1. www.pinterest.com/kallandrade/michal-macku/
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