Imagen 1.
Nuestro modo de "conocer" tiende a estrangular aquello que coge, de manera que el reconocimiento de un factor incognoscible suele fracasar. El símbolo nos obliga a abrirnos a su misterio; nos obliga a abrir una ventana a paisajes desconocidos.
Siempre debe hablarse del símbolo con la energía, la fascinación y la atención que la imagen requiere. Esto está en el fondo de la descripción que hacía Jung de los símbolos como "transformadores de la energía psíquica" [2]. Es la energía lo que hace que un símbolo sea un símbolo vivo: "Una mejor y más alta expresión posible de lo presentido y aún no sabido. En tales circunstancias produce una participación inconsciente. Tiene un efecto engendrador de vida y favorecedor de la vida" [2].
El símbolo es una cosa misteriosa, viva. Cuando nos agarramos a él nos lleva a profundidades cada vez mayores. Vive a través de la energía con lo que une las cosas a un nivel más profundo de conciencia.
En Floral Terapia creemos que aprender no es solamente un acto de percepción sino más allá de ello es un proceso de conciencia que tiene por objeto la integración de lo aprendido. Entonces y solo entonces no solo se posee lo aprendido sino uno es lo aprendido.
El quinto trabajo de Heracles
Lo que nos parece imposible realizar solamente es una percepción fragmentada, debido a que no conocemos la totalidad de nuestro potencial.
En éste trabajo parece imposible realizar su encomienda; sin embargo, es la creatividad la que permite concebir la estrategia para realizarle. Heracles poseído por la energía de la creatividad, propia para la realización, desvía el cauce de los ríos Alfeo y Peneo. Solo el agua de las emociones liberadas por nosotros nos salvan de la manifestación de lo adinámico en nuestra psique, tal es la lección que nos transmite Heracles al montar en cólera.
"Del reconocimiento de nuestras emociones surge el equilibrio".
La suciedad en los establos representa todas las estructuras estrictas que nosotros adquirimos y que se han ido anquilozando en nuestra psique, ciertamente éstas tienen un fin de dirección y contención -moral y social.
Dichas estructuras pueden en un momento dado de nuestro desarrollo ir en contra de nosotros, impidiendo la manifestación plena de la personalidad. De tal manera que nosotros debemos "limpiar" a través de la manifestación plena y espontánea de nuestros sentimientos, tanto aquellos que consideramos negativos como positivos.
La supresión de las emociones influye negativamente en nuestra realidad, como la suciedad y el hedor infectaba el ambiente de Peloponeso.
Una vez que manifestamos nuestras emociones restablecemos así el equilibrio de donde surge la creatividad y fortaleza necesaria para resolver nuestros problemas.
"Los problemas se enfrentan con creatividad".
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El ejercicio de contemplación, correspondiente a la interpretación del trabajo de Hércules, lo pueden encontrar en:
Una vez en la página dar clic sobre el ángel.
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Fuentes
[1] Imagen 1. http://mitologiaenelarte.blogspot.mx/2011/03/los-doce-trabajos-de-heracles-y-otras_15.html
[2] Jung, "Tipos psicológicos", Edhasa, 1994.
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