Imagen 1.
Fulgor
Pasión... ¿Infierno o cielo?
La pasión es cielo e infierno, finalmente es gloria.
¿Qué no daríamos por un instante de esa gloria que nos consagra como humanos?
Incubamos seductores y sensuales pensamientos, a ellos prestos nos rendimos en aras de una cálida realidad. Entonces experimentamos la pasión como el ave fénix incinerándose y renaciendo de las cenizas, fortalecidos, vivos, con esa sensación que sólo el entregarse puede dar, porque también el sufrimiento nos puede consumir y con ello transformar.
En la heráldica el toro, símbolo sagrado, ha sido ampliamente utilizado representando un linaje así como la identidad de quien lo ha portado; un ejemplo de ello los Borgia.
En éste trabajo Euristeo ordena a Hércules capturar al toro blanco de Creta y trasladarlo, esto significa dar una dirección a la fuerza que el toro representa.
En el mito este símbolo sagrado representa la fuerza primordial que no se puede suprimir, de ahí que Heracles no lo puede matar; su color blanco va a significar lo impoluto de todo lo sagrado, de tal manera que Minos no lo quiso sacrificar a Poseidon; la fuerza que representa el toro no se puede desterrar de la naturaleza humana.
Ella engendra tanto la vida física como psíquica, por ello fue dedicado a Hera; sin embargo, Hera lo desprecia dictando con ello el destino de éste, el sacrificio.
¿Cómo poder suprimir una fuerza inconmensurable?
¿Cómo poder suprimir la fuerza que nos da vida?
¿Acaso ante la irrupción de esta fuerza podemos hacer algo?
¿Qué acaso no nos dejaría estériles?
¿Cómo podemos proyectar nuestra continuidad como seres?
El descubrimiento y reconocimiento de esta fuerza nos lleva al auto conocimiento de quienes somos ante nosotros mismos, por ende ante el otro; en esa intimidad que no solamente es física, sino también psíquica en la que se hace presente nuestra unicidad.
A esta fuerza se le ha querido dominar moralizándola y reglamentándola. Ciertamente como toda fuerza primordial hay que dirigirla aceptándola, y en ese sentido dominarla, ya que somos esa fuerza que se manifiesta en una inmensa gama de expresiones.
Procreación de la vida, manifestación de quiénes somos o de quiénes queremos ser, expresión cargada de puro placer que se transforma más allá de los sentidos, en el éxtasis sacro de saber morir en el otro, sacrificio sagrado más allá de una simple pasión... entrega y reconocimiento.
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El ejercicio de contemplación, correspondiente a la interpretación del trabajo de Hércules, lo pueden encontrar en:
Una vez en la página dar clic sobre el ángel.
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Fuentes
Imagen 1. http://nolanos.deviantart.com/art/Toro-de-Creta-245803727
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